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LA CANDIDATA DE LOS CORRUPTOS

1. CREDICORP:

Credicorp entregó más de US$3,6 millones a Keiko Fujimori, cuando era congresista.
Dionisio Romero declaró al fiscal José Domingo Pérez que contribuyó para campaña 2011.
Roque Benavides dijo que Buenaventura aportó en favor de la empresa privada.

Dionisio Romero Paoletti, presidente del directorio de Credicorp Ltd., declaró ayer ante el equipo especial Lava Jato, que el grupo económico que dirige efectuó varios aportes para la campaña presidencial de Keiko Fujimori en el 2011.

Durante la diligencia ante el fiscal José Domingo Pérez, Romero precisó que los aportes ascendieron a US$3,65 millones. El monto fue entregado en efectivo, directamente a Keiko Fujimori y Jaime Yoshiyama, entre finales del 2010 e inicios del 2011, según pudo conocer El Comercio.



“Las entregas fueron dadas en maletines, no recuerdo el monto exacto de cada entrega, pero eran de US$500 mil o US$600 mil”, sostuvo.

El empresario, quien declaró en calidad de testigo en el caso de presunto lavado de activos, dijo que el enlace con el partido fujimorista fue Martín Pérez Monteverde, quien presidió la Confiep en el período 2015-2017. Las reuniones donde se entregaron los aportes se llevaron a cabo en la vivienda de Pérez, indicó Romero.

“Yo tenía una caja fuerte en la oficina en la que se iba depositando el dinero mientras se iban coordinando las reuniones, ponía el dinero en un maletín, lo llevaba a casa de Martín Pérez, y después de una breve conversación se lo entregaba al señor Yoshiyama o a la señora Fujimori”, afirmó. Al ser consultado si la excandidata había recibido el dinero, declaró: “Sí, la señora Keiko Fujimori lo recibió”.

Según dijo, el dinero se entregó en efectivo para “evitar posibles represalias”.

El empresario también concedió a la fiscalía un documento que mostraría los retiros de dinero de la cuenta de Credicorp. “Se especifican las fechas y los montos, son 17 retiros en total”, dijo a la fiscalía, tras indicar que el monto total fue entregado en “seis o siete” partes.

Romero Paoletti justificó su aporte económico en la preocupación que existía por la candidatura de Ollanta Humala, al señalar que era posible que “un candidato de estilo chavista o controlado por el chavismo tomara el poder en el Perú”.

Fuentes fiscales indicaron a este Diario que el testimonio de Romero confirma un ‘modus operandi’ en la campaña de Fujimori. Consideran que se trata de entregas de forma clandestina, “fuera del sistema financiero”.


2. RASSMUSS:

Confesiones. Empresario que obtuvo beneficios del gobierno de Alberto Fujimori simuló un préstamo entre sus empresas South American Minerals y Sudamericana de Fibras, y la devolución en efectivo la destinó a las campañas del fujimorismo. La plata fue recogida por su esposo Mark Vito Villanella y otros miembros de su entorno. Seguir la pista del dinero siempre ofrece resultados sorprendentes.
Exdirectivos de la compañía Sudamericana de Fibras (SDF) testificaron y documentaron que el principal accionista Juan Rassmuss Echecopar ordenó el desvío de fondos de hasta 7,6 millones de dólares para financiar las campañas presidenciales de Keiko Fujimori en 2011 y 2016.
El fiscal José Domingo Pérez ha determinado que Keiko Fujimori recibió en total 17,3 millones de dólares de origen ilícito, por lo que el dinero que Rassmuss aportó clandestinamente representa casi la mitad del total (43%).
La constructora Odebrecht aportó de sus fondos ilícitos un millón de dólares a la campaña de Keiko Fujimori, más o menos el 5% del total que acopió la aspirante presidencial. Pero el caso de Rassmuss, que es mucho más grave y contundente, no ha concitado ni por asomo la espectacular atención que captó la empresa brasileña.
Rassmuss fue un empresario que recibió importantes beneficios durante el gobierno de Alberto Fujimori, padre de la candidata de Fuerza Popular (compró acciones estatales de Bayer Industrial y se adjudicó el lote petrolero XIII). Incluso uno de los exempleados del hombre de negocios, Alberto Pandolfi Arbulú, dejó la gerencia de una de sus compañías, Metalúrgica Peruana S.A., para ejercer entre otros cargos el de primer ministro. Ejerciendo dicha posición, Pandolfi defendió a Vladimiro Montesinos en el Congreso cuando fue acusado de corrupción.
Cuando fue interrogada en su momento por el fiscal Pérez, Keiko Fujimori jamás mencionó los 7,6 millones de dólares que le dio Juan Rassmuss.
Según las manifestaciones de los exdirectivos de SDF, Rassmuss fraguó supuestos contratos de préstamos entre sus empresas para obtener el dinero que luego dirigiría a las campañas de Keiko Fujimori.

Todo está registrado

Conforme a la documentación que proporcionaron los exdirectivos para sustentar sus afirmaciones, el 2 de marzo del 2010, poco antes de la primera elección presidencial en la que intervino Keiko Fujimori, Juan Rassmuss simuló un préstamo de una de sus más importantes compañías, South American Minerals Inc., por 12,8 millones de dólares, para presuntamente financiar inversiones de su otra empresa, Sudamericana de Fibras (SDF). Rassmuss dispuso que SDF devolviera el dinero en efectivo según sus instrucciones en la sede de la compañía, en el Callao, y fuera entregado a las personas que él o Jaime Yoshiyama Tanaka, su entrañable amigo, designaran. Yoshiyama envió a 9 personas que son parte del círculo personal de Keiko Fujimori (ver recuadro), entre ellos su cónyuge, Mark Vito Villanella. Los 9 han sido denunciados por presunto lavado de activos.

La primera entrega se produjo el 22 de setiembre del 2010 y la última el 31 de mayo del 2016, según los registros contables de SDF proporcionados al fiscal. Juan Rassmuss murió el 30 de marzo del 2016; sin embargo, las aportaciones a Keiko Fujimori continuaron dos meses después del fallecimiento del empresario (ver recuadro).

Se debe destacar que según los registros SDF, 2,6 millones de dólares se dirigieron a la campaña de Keiko Fujimori entre 2010 y 2011, cuando ejercía como congresista y por lo tanto era funcionaria pública, y estaba obligada a rendir cuentas. La candidata presidencial nunca informó de dicho dinero. Testigos como Jorge Yoshiyama Sasaki han declarado que el dinero que aportaba Juan Rassmuss llegó a Keiko Fujimori.

El fiscal Pérez obtuvo copias de las extracciones u órdenes de retiro de dinero que después llegaron a manos de las campañas de Keiko Fujimori, y estos confirmaron que sí eran sus firmas.

Por las declaraciones de los directivos y los documentos de las operaciones financieras, el fiscal Pérez detectó que Juan Rassmuss obtuvo los 7,6 millones de dólares de los fondos de la empresa SDF, mediante tres modalidades: el mencionado préstamo de South American Minerals, unos dividendos de Sudamericana de Fibras y otro préstamo para financiar un supuesto tratamiento médico. Pero el dinero no iba a las cuentas del conglomerado empresarial de Juan Rassmuss Echecopar sino a las manos de los 9 receptadores que a su vez entregaban los fondos de Keiko Fujimori.

Así lo confirmó el exgerente general, accionista, sobrino y brazo derecho de Juan Rassmuss, Enrique Gubbins Bovet:

“El señor Juan Rassmuss hizo un préstamo a la empresa Sudamericana de Fibras en el 2010 (...), y solicitó que (las devoluciones) se las entregáramos en efectivo a las personas que el señor Jaime Yoshiyama nos indicara. El dinero salió de Sudamericana de Fibras como devolución de un préstamo. (...) Una parte de los montos entregados entre el 9 de febrero y el 16 de marzo del 2016 son préstamos que el señor Juan Rassmuss solicitó a Sudamericana de Fibras. (...) Y las entregas del 12 y 13 de mayo del 2016 fueron dividendos de Sudamericana de Fibras que el señor Rassmuss solicitó sean entregados a quien el señor Jaime Yoshiyama designe”.

De acuerdo con los documentos, el exgerente general de SDF, Leandro Mariátegui Cáceres, por disposiciones de Enrique Gubbins, autorizó las extracciones o retiros de la cuenta de la empresa SDF en el Scotiabank, de donde salieron los activos que luego se suministrarían a los enviados de Keiko Fujimori. El dinero lo despachaba el banco mediante vehículos de transportes Hermes hacia el local de la compañía en el Callao, donde se guardaba el dinero en una caja fuerte hasta que apareciera Jaime Yoshiyama o alguno de los integrantes del círculo de Keiko Fujimori. Juan Rassmuss firmaba la recepción del dinero como si se tratara de la devolución del préstamo que le hizo South American Minerals a Sudamericana de Fibras.

Con nombre propio

El exgerente general de SDF Leandro Mariátegui confesó al fiscal Pérez que sabía perfectamente que el destinatario final de la devolución de los fondos del supuesto préstamo era Keiko Fujimori.

“SDF tenía una deuda con South American Minerals. Ambas de propiedad del señor Juan Rassmuss, pero con distinta razón social y representación jurídica. Se retiraba fondos de las cuentas de SDF para pagar a la empresa SAMCO. (...) Mi función terminaba firmando la carta (de extracción para el banco autorizando el retiro del dinero). El área financiera cuyo encargado era el señor Daniel Woll (Rivas) eran quien se encargaba de traer el dinero y también de hacer la entrega respectiva. Las fechas no las recuerdo porque fueron bastantes y fueron realizadas entre 2010 y hasta 2015. (...) Todo por decisión del señor Juan Rassmuss Echecopar. (...) La orden de realizar las cartas de extracción vino del señor Enrique Gubbins y esta orden fue verbal. (...) Para mí eran pagos de la deuda con el señor Rassmuss”.

Mariátegui mencionó que el dinero se dirigía a un “proyecto político”. Por eso, el fiscal Pérez le pidió que fuera más preciso:

“¿Podría indicar a qué proyecto político se refiere?”, le indicó.

“Se trataba del proyecto político de la señora Keiko Fujimori”, respondió.

De esta manera, el fiscal identificó el origen ilícito de los 7,6 millones que Juan Rassmuss aportó subrepticiamente a Keiko Fujimori. Así lo confirmó también el exgerente de Administración y Finanzas de SDF, Daniel Woll Rivas:

“En 2010, el señor (Enrique) Gubbins (Bovet) me llamó y me dijo que retirara US$ 200 mil y que se haría un pago en efectivo al señor (Juan) Rassmuss por una deuda que se originó en marzo de 2010 con una de sus empresas de nombre South American Minerals Co. (SAMCO). El señor Gubbins luego me explicó que era para un proyecto del partido de la señora Keiko Fujimori y que tenía que ser en efectivo. Y me indicó que iba a haber más desembolsos y que eso se iba a aplicar al pago de la deuda que teníamos con SAMCO”.

El exgerente administrativo y financiero de SDF, Daniel Woll Rivas, quien firmó varios de los retiros de dinero, lo ratificó todo:

“Desde setiembre del 2010 se hicieron entregas fraccionadas que fluctuaban en 50 mil, 80 mil y 200 mil dólares, hasta diciembre del 2015. Si sumamos todo lo que se entregó fue aproximadamente 4 millones 200 mil dólares. En todo ese período principalmente el señor Gubbins era quien me llamaba por teléfono para darme las cifras y para que hiciera cada operación. (...) Los pagos que se hacían de 50 mil a 200 mil dólares tenían un recibo firmado por el señor Juan Rassmuss en representación de SAMCO. (...) El señor Gubbins me llamaba y simplemente me decía que había que retirar X cantidad para el ‘proyecto’ (de Keiko Fujimori), y yo sabía a qué se refería con el ‘proyecto’”.

“¿Hasta cuándo se efectuaron entregas en efectivo en apoyo al partido de Keiko Fujimori?”, preguntó el fiscal José Domingo Pérez.

“En el 2016 también hubo más aportes por 1 millón 615 mil dólares, esto mediante un contrato de préstamo al señor Juan Rassmuss con recibos que él firmaba por la recepción del efectivo del préstamo que fue entregado en partes”, respondió Woll.

Todos sabían que la devolución del supuesto préstamo era plata para Keiko Fujimori. Para acreditar sus afirmaciones los exdirectivos de Sudamericana de Fibras (SDF) entregaron al fiscal Pérez copias del registro de visitas al local de la empresa en el Callao. Todos los que recogieron en sobres manila o maletines el dinero son parte del cogollo íntimo de Keiko Fujimori, empezando por su esposo, Mark Vito Villanella (ver recuadro). Para todos el fiscal ha solicitado penas por lavado de activos.





Simulación a sola firma

Juan Rassmuss Echecopar fraguó un supuesto préstamo de su empresa South American Minerals a otra de sus compañías, Sudamericana de Fibras.






Entrega directa

Recibo de la primera devolución en efectivo que hizo Sudamericana de Fibras a Rassmuss, quien luego dispuso que fuera entregado a la campaña de Keiko Fujimori.







Entregas de dinero a Keiko Fujimori autorizadas por Juan Rassmuss con dinero de Sudamericana de Fibras (SDF)


3. ODEBRECHT:

Barata confirma entrega de US$1,2 millones a campaña de Keiko Fujimori

Exjefe de Odebrecht en Perú ratificó financiamiento a las candidaturas presidenciales de Humala, Kuczynski y Alan García. La suma de los aportes de campaña de la constructora brasileña en Perú alcanza los US$8,2 millones.

El exalto funcionario de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata, declaró que la constructora brasileña aportó US$1,2 millones a la campaña presidencial de Keiko Fujimori en el 2011, a través del entonces secretario general de Fuerza 2011 y candidato a la vicepresidencia, Jaime Yoshiyama, y del exministro y miembro del equipo de campaña de dicho partido, Augusto Bedoya Cámere, confirmó Ojo-Publico.com con fuentes presentes en el interrogatorio. Ya en el 2017, Ojo-Publico.com –en el marco del proyecto #FondosdePapel, sobre financiamiento partidario– identificó que Yoshiyama realizó aportes periódicos por un total de S/ 143 mil entre los años 2014 y 2016, y que además financió la campaña fujimorista del 2016 con más de S/ 205 mil. Jorge Javier Yoshiyama Sasaki, involucrado con dos offshore en paraísos fiscales por el Caso Panama Papers y sobrino del entonces secretario general del partido fujimorista, aportó junto a su esposa coreana Joon Lim Lee Park más de S/ 380 mil a la campaña presidencial de Keiko Fujimori del 2011 y el 2016. Además, Bedoya Cámere aportó a Fuerza Popular más de S/ 89 mil en la campaña del 2011 y cerca de S/ 81 mil en la del 2016, según información de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), procesada por el proyecto #FondosdePapel. En la actualidad, los últimos tres secretarios generales de Fuerza Popular son investigados por el Ministerio Público: Jaime Yoshiyama y Joaquín Ramírez por presunto lavado de dinero y José Chlimper –actual directivo del Banco Central de Reserva– por la presunta manipulación de un audio con las declaraciones de Jesús Vásquez, colaborador de la Drug Enforcement Administration (DEA) en la investigación contra Ramírez.

APORTES A CINCO CAMPAÑAS MÁS

Barata también confirmó aportes de Odebrecht a otras elecciones presidenciales durante el interrogatorio rendido ante ante los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez. La campaña de Alejandro Toledo recibió US$700 mil en el 2011, utilizando como intermediario a Avi Dan On, exjefe de seguridad del expresidente y contacto para recibir los US$20 millones de sobornos por la adjudicación de la carretera Interoceánica, según información recogida por Ojo-Publico.com. En los primeros meses de aquel año, Toledo figuraba como favorito en las encuestas presidenciales. El actual presidente Pedro Pablo Kuczynski también recibió US$300 mil para su campaña, según Barata, a través de Susana de la Puente, actual embajadora en Reino Unido. En Twitter, Kuczynski negó haber recibido dinero de la constructora. El exdirectivo de Odebrecht también ratificó, en la víspera, haber aportado con US$2,8 millones a la campaña de Ollanta Humala del 2011. Barata corrigió una revelación hecha por Marcelo Odebrecht: el aporte de US$ 200 mil realizado al Partido Aprista fue en la campaña de Alan García en el 2006 y no en el 2011, cuando Mercedes Aráoz fue candidata. Según su versión, el dinero fue entregado a través de Luis Alva Castro, quien luego se convertiría en ministro de García. Aquel año, el congresista aprista aportó S/ 111 mil, según la base de datos #FondosdePapel. Odebrecht también aportó a la campaña contra la revocatoria de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán. Según La República, el exjefe de la constructora entregó US$ 3 millones a la campaña dirigida por el publicista Luis Favre. A fines del año pasado, el publicista brasileño Valdemir Garreta afirmó que el dinero para la campaña contra la revocatoria de Villarán fue aportado por las constructoras Odebrecht y OAS. Odebrecht también realizó aportes al partido fujimorista a través de la Confiep. Barata aseguró que Ricardo Briceño Villena, entonces presidente del gremio empresarial, recibió US$200 mil de la constructora con el fin de entregarlos a la campaña. Briceño Villena -director en 2013 de JJC Contratistas Generales, empresa investigada por corrupción junto con Odebrecht en Perú- financió con más de S/ 61 mil a las dos últimas campañas de Keiko Fujimori, según información de la ONPE. En declaraciones a la prensa, el empresario negó las afirmaciones de Barata.

FUENTE: https://ojo-publico.com/620/lava-jato-barata-confirma-entrega-de-us12-millones-campana-de-keiko-fujimori


4. LA CONFIEP:

Confiep: El club que apoyó con millones a Keiko

La Confiep también contribuyó a la campaña de Keiko Fujimori en 2011. El gremio desembolsó 2 millones 77 mil 500 dólares para una campaña presentada como de ‘promoción de la inversión privada’. La información, revelada inicialmente por Jorge Barata en febrero de 2018, fue admitida con renuencia primero y confesada después por el expresidente de la Confiep, Ricardo Briceño, ante el Equipo Especial de la Fiscalía el 5 de junio del 2018.

Un revelador reportaje sobre la Confiep que aportó junto con Odebrecht a la bolsa de 2 “palos verdes” para hacer campaña pro-Keiko apareció en una revista periodística el viernes pasado.

El reportaje muestra, en primer lugar, la extensión en que la Confiep y los capitostes de la gran empresa se metieron en esa campaña de los 2 millones de dólares: están prácticamente todos los grandes grupos económicos, con brazos en las finanzas, minería, pesca y energía. Anteriormente ya se había divulgado la participación del grupo Romero, grupo Gloria, grupo Brescia y Roque Benavides en este financiamiento ilegal de campañas electorales levemente disfrazado. Ahora sabemos que también estuvo Rodríguez Pastor de Intercorp, la Southern, Volcan, entre otras. No sólo estuvieron los dos presidentes de la Confiep -en ese momento en transición- Ricardo Briceño (grupo Glencore) y Humberto Speziani (grupo Brescia), sino uno anterior, José Miguel Morales Dasso (grupo Benavides).

La forma como las trasnacionales extranjeras intervienen impunemente en la política interna violando nuestra soberanía nacional es también pasmosa. El grupo español Telefónica, los argentinos de Pluspetrol, la trasnacional de energía Endesa, los anglo-suizos de Glencore, los mexicanos de Southern, la British-American Tobacco. Resulta que en el Perú hay que remarcar lo que en el resto del mundo es obvio: los extranjeros no pueden intervenir en la política nacional, que es un asunto exclusivamente de los peruanos. En Estados Unidos por ejemplo, una investigación abierta se preocupa por la influencia de Rusia en la elección de Trump; acá, poderosos intereses extranjeros arman una millonaria bolsa para influenciar las elecciones y no pasa nada: ¡hay que poner un freno!

Muchos de estas trasnacionales son de muy mala reputación: Telefónica le debe a SUNAT dos mil millones de soles; Pluspetrol junto a una deuda tributaria similar a la de Telefónica tiene la mayor cantidad de multas por daños ambientales, las que se rehúsa a pagar entablando interminables juicios; la Southern también destaca por la contaminación generada y por haber causado el conflicto por Tía María sobornando dirigentes; Glencore que es responsable de la terrible contaminación en Espinar (miren al respecto el ejemplar documental “La vida no vale un cobre”) ha sido también acusada por sobornos en el Congo; la tabacalera BAT ha sido acusada por sobornos en varios países africanos y multada en Inglaterra por favorecer el contrabando. Todos unos angelitos; en esas condiciones no es de extrañar que estén muy interesados en contar con un gobierno y un congreso que los favorezca, poniendo plata con ese objetivo.

Algunos personajes políticos y mediáticos también asoman en la lista si uno mira bien. Pablo Bustamante, furioso opinólogo neoliberal, promotor del portal Lampadia, estuvo en el armado de la millonaria “chancha” pro-Keiko. Está también la familia Olaechea Álvarez-Calderón, dueña de Tacama, cuya principal figura es el actual congresista Pedro Olaechea, elegido por la lista de PPK pero que ya se ha pasado abiertamente al fujimorismo.

La lista de aportantes en la campaña pro-Keiko reveladas por Hildebrandt en sus Trece contenía algunos secretos bien guardados y abre temas que aún falta explorar. Por ejemplo, pareciera que los aportes millonarios pro-Keiko los hicieron desde sus empresas, en cuyo caso un 30 por ciento lo recuperaron mediante una rebaja del impuesto a la renta que sería fraudulenta.

Más allá de las investigaciones pendientes, la imagen general es bastante nítida: la “crema y nata” de los grandes negocios está comprometida con manipulaciones electorales para defender sus intereses sin respeto alguno a la democracia o la soberanía nacional.



5. GRUPO GLORIA:

Vito Rodríguez Rodríguez, del Grupo Gloria, donó por lo bajo otros 200 mil dólares al partido de Keiko Fujimori en 2011.


Vito Rodriguez, del Grupo Gloria, confesó haber entregado 200 mil dólares en efectivo a Keiko Fujimori en fechas previas a la elección presidencial del 2011 (Foto: Gestión)

FUENTE: https://www.idl-reporteros.pe/el-expediente-k/


6. CLUB DE LA CONSTRUCCION:

Entre el 2013 y finales del 2015, el grupo aportó mil soles mensuales por persona. A partir de esa fecha, la colaboración se elevó a mil dólares al mes hasta un mes antes de las elecciones presidenciales de abril del 2016. Yoshiyama calculó que el aporte total de ese grupo bordeó los 400 mil soles.

El 10 de diciembre del 2019, un testigo clave, Jorge Yoshiyama Sasaki, confesó al Equipo Especial de la Fiscalía aportes clandestinos de empresas del “Club de la Construcción” a Fuerza Popular. De acuerdo con esta versión, a inicios del 2016 Keiko Fujimori le solicitó a Yoshiyama reunir a un grupo de empresarios de construcción para instarlos a hacer una donación. Yoshiyama, a través del empresario Federico Aramayo Málaga, logró contactar a cuatro: Manuel Tejeda Moscoso (Obrainsa), Ricardo Manrique Daemisch (Superconcreto), Fernando Castillo (ICCGSA) y Jorge Peñaranda (Alpha Consult).

Todos ellos, ahora involucrados en la trama de corrupción del “Club de la Construcción”, admitieron haber entregado 10 mil dólares cada uno a la campaña del 2016.
Yoshiyama reveló otras donaciones caleta. Según dijo, desde el 2011 Aramayo Málaga y antes su fallecido padre, Federico Aramayo Pinazo, contactaron a un grupo de empresarios para que donaran dinero con regularidad a Keiko Fujimori.
Entre el 2013 y finales del 2015, el grupo aportó mil soles mensuales por persona. A partir de esa fecha, la colaboración se elevó a mil dólares al mes hasta un mes antes de las elecciones presidenciales de abril del 2016. Yoshiyama calculó que el aporte total de ese grupo bordeó los 400 mil soles.
Parte de los empresarios que, según la versión de Yoshiyama, integraron el grupo fueron: Federico Aramayo (Aramsa Contratistas), Julián Siucho (San Martín Contratistas Generales); Carlos Urrea (Explomin de Perú); Bernardo Álvarez Calderón (Analítica Mineral Services); el excongresista Miguel Castro Grandez, José Sam y José Antonio Osterling. Los dos primeros pertenecen al ‘Club de la Construcción’.

FUENTE: https://www.idl-reporteros.pe/el-expediente-k/


7. NARCOTRAFICO:

En el 2011, Fuerza 2011 (ahora Fuerza Popular) también recibió una donación clandestina comparativamente menor pero por lo menos interesante. Los 15 mil dólares que entregó el empresario Luis Calle Quiros. En el 2013, Quiros y su esposa fueron incluidos en una lista de narcotraficantes elaborada por el gobierno de Estados Unidos. Ambos fueron investigados por pertenecer a una red de lavado de dinero liderada por el colombiano Isaac Pérez Guberek Ravinovic. Keiko Fujimori negó conocer a Calle y prometió devolver el aporte en el 2013.




¿Cómo, según la acusación de la fiscalía, se lavó ese dinero recibido en forma clandestina?



Sobre todo, a través del ‘pitufeo’ del dinero. El cual, dado que se trató de millones, fue un proceso laborioso, que dejó huellas y llevó, finalmente, a confesiones.
Los testimonios confesionales de Rolando Reátegui y Jorge Yoshiyama fueron decisivos. En octubre de 2018, el entonces congresista Reátegui narró a los fiscales cómo procedió a “pitufear” el dinero de las donaciones a principios de 2011.
Tras varias reuniones con Keiko Fujimori y otros dirigentes del partido Fuerza 2011 (hoy Fuerza Popular), Reátegui recibió 100 mil dólares de los aportes clandestinos descritos arriba.
Reátegui hizo cuatro viajes a Tarapoto para distribuir el dinero entre 16 aportantes falsos, casi todos familiares, amigos y algunos empresarios. La lista incluyó a la esposa del excongresista, Marisol Valles Chong, quien figuró con un aporte de 10 mil dólares al partido de Keiko Fujimori.


La confesión de Jorge Yoshiyama Sasaki, que se acogió a la colaboración eficaz tras una orden de prisión preventiva en su contra en octubre del 2018, fue detallada. Luego de admitir haber participado en la operación de lavado basada en reclutar falsos aportantes y ‘pitufear’ el dinero para ocultar su procedencia, Yoshiyama Sasaki confesó haber recibido dinero en efectivo de su tío Jaime Yoshiyama entre marzo y junio del 2011, para pitufearlo. Parte del dinero que pitufeó, según ha declarado, fue de Odebrecht y Keiko Fujimori tuvo pleno conocimiento de ello.


Y así, 1 millón 179 mil dólares fueron distribuidos entre 38 falsos aportantes (36 personas y dos empresas). Un primer grupo estaba compuesto por personas que él mismo reclutó. El segundo grupo fue reclutado por el empresario Giancarlo Bertini Vivanco, quien actualmente se encuentra en Italia con un pedido de extradición. El tercer grupo, finalmente, fue reclutado por Erick Matto Monge, empresario vinculado al fujimorismo, dedicado a la producción de libros escolares.
Yoshiyama también reconoció haber recibido más de 325 mil dólares y 37 mil soles para la campaña de 2016. En este caso, el dinero fue distribuido entre él, otras 20 personas y la empresa LVF Liberty Institute para un industrioso pitufeo.
Estos son, en apretado resumen, algunos de los elementos de la acusación fiscal presentada por el fiscal José Domingo Pérez el 11 de marzo pasado. Su nivel de precisión en el detalle, respaldado en las confesiones documentadas de varios colaboradores eficaces cuyas declaraciones se corroboran entre sí, le confiere una gran fuerza acusatoria, cuyo futuro se dilucidará, empero, en la elección presidencial antes que en las salas de juzgado.
Esta es la historia que nos toca vivir.
Publicado el jueves 20 de mayo, 2021 a las 7:53










 
 
 

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